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Refinanciación de deudas o reestructuración de deudas

Refinanciación o reestructuración de deuda, ¿qué es mejor?

Refinanciación de deudas o reestructuración de deudas

Uno de los servicios jurídicos que ofrecemos desde Sevitia Equipo asesor y jurídico, es la refinanciación de deudas. Por eso, aparte de responder a la pregunta que da título a este artículo, nos surgen también algunas dudas dudas complementarias relacionadas que iremos resolviendo a lo largo del texto:

  1. En qué casos suele usarse la refinanciación de deudas.
  2. Diferencias entre refinanciación y reestructuración de deuda

La refinanciación de deudas, casi siempre conlleva reemplazar el préstamo vigente y que se devenga por uno totalmente nuevo, o ampliar capital. Puede conllevar inyección de liquidez o ampliación de cuotas.

El fin de la refinanciación de deudas es reducir tanto la cuota, así como el tipo de interés del préstamo.

Ahora bien, para conseguir una refinanciación de deudas se necesita transmitir información de tu solvencia o capacidad económica a la entidad prestamista. Una vez sea analizada la capacidad económica del deudor para responder de su obligación principal de pago, se evaluará también la/s garantía/s que debe/n ofrecer.

Si no se necesita refinanciar para conseguir más liquidez, en este caso resultará cuota e intereses inferiores; pero si uno se refinancia para conseguir más efectivo, no conllevará reducción de cuota e intereses, pero sí verá incrementado la liquidez para las necesidades que surjan.

Ventajas de la refinanciación de deudas

Debemos tener en cuenta las ventajas a la hora de elegir la refinanciación de deudas. Las más comunes son:

  1. Disminución de la cuota.
  2. Recálculo del cuadro de amortización para amoldarse a las necesidades del deudor.
  3. Cuotas mensuales.
  4. Puede haber sobrante una vez liquidas deudas, del cual dispone el deudor para sus circunstancias.

Inconvenientes refinanciación de deudas

  1. El prestamista gana más beneficio, se incrementan los intereses.
  2. Abono de comisiones, gastos, etc. impuestos por el prestamista.
  3. Riesgos de sobrepasar tu capacidad económica que conlleva a situaciones de insolvencia.

En qué casos suele usarse la refinanciación de deuda

Reestructuración de deuda, se asocia en la mayoría de los casos a falta de liquidez o tesorería a corto plazo. Esta operativa conlleva variar las condiciones iniciales de los préstamos primitivos, ya que no se puede cumplir el préstamo vigente y primitivo. Por tanto, se trata de recalcular el cuadro de amortización, tener una situación más flexible para la obligación de pago, en este caso, se añade más plazos o mensualidades. Con esto se alivia la postura de ambas partes, ya que no se produce impagos y el prestamista incrementa sus ganancias.

Dentro de la reestructuración de deuda, nos adentramos en la reestructura de deuda hipotecaria. A priori, supone términos más beneficiosos al deudor.

Requisitos que han de darse para conseguir este tipo de reestructuración.

  1. Situación de pobreza conocida como umbral de exclusión.
  2. En el curso de la correspondiente ejecución hipotecaria de la entidad bancaria, que el juzgado no haya publicado la vivienda en subasta pública.

Si se cumple con lo mencionado anteriormente, el banco va a requerir documentación que acredite estos términos y en el plazo de un mes propondrá plan de reestructuración. Este plan deberá contener: una carencia de 5 años en la amortización de capital con un tipo de interés aplicable de EURIBOR + 0,25%, ampliación de plazo hasta 40 años, y, por último, la amortización anticipada que se quiera llevar a cabo 10 años después de la aprobación de este plan no conllevará ningún tipo de gasto ni de comisiones.

Para la aprobación definitiva de este plan y su correspondiente ejecución, será determinante que la cuota a pagar siempre debe ser inferior al 50% de los ingresos de la unidad familiar.

Diferencias entre refinanciación y reestructuración de deuda

Tanto en la refinanciación como en la reestructuración de deuda, estamos ante una situación ya sea a corto o mediano plazo de insolvencia o de difícil capacidad económica para hacer frente a los pagos, o se han producidos impagos; ambas herramientas de reflote conlleva más ganancias para los prestamistas y costes de la operativa.

Ante este escenario lo recomendable es asesoramiento preventivo para comprender los números de una u otra opción, y evidentemente elegir la que resulte más económica. Dependiendo de las necesidades y peculiaridades del deudor se elegirá por una vía o por otra, pero teniendo en cuenta en todo momento el menor coste posible.

¿Merece la pena refinanciar deudas?

La respuesta es SÍ, se da normalmente cuando se tiene varios préstamos y se prevé que no podrás asumirlos. En este caso el objetivo es reunificar todas las deudas en sólo una deuda. La principal ventaja es que sólo tendrás que pagar una letra mensual, la cual podrás asumir, pero a cambio no recortarás jamás las deudas, se dilatará más en el tiempo en solo una deuda y el refinanciamiento podrá generar más gastos y comisiones.

Apunte sobre la Ley de Segunda Oportunidad

La Ley de Segunda Oportunidad se encuentra enmarcada dentro del Real Decreto-Ley 1/20215, y técnicamente se la define como Ley 25/2015 de 28 de julio de 2015, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de carga financiera y otras medidas de orden social.

El objetivo de esta ley es dar la oportunidad a aquellas personas, particulares y autónomos que se hayan endeudados en demasía y no pueden hacer frente a los pagos de esas deudas, tengan la posibilidad de renegociar las deudas o incluso de eliminarlas por resolución judicial o acuerdo.

Tanto los particulares como los autónomos deberán reunir los siguientes requisitos:

  1. Declararse en Concurso de Acreedores Voluntario.
  2. Negociar quitas con acreedores.
  3. Solicitud al Juzgado de la eliminación de deudas pendientes.
  4. Acreditar que se ha procedido de buena fe: no haya sido declarado el concurso de acreedores culpable, no haya cometido delitos económicos, y no se haya acogido a este mecanismo de Segunda Oportunidad en los últimos diez años.

Concluimos que esta Ley de Segunda Oportunidad es una herramienta que mejorará la situación económica de muchas personas, particulares y autónomos. Es un procedimiento tedioso que se puede aligerar si se negocia extrajudicialmente con Notaría o Mediador Concursal.

Advertimos que no se pueden exonerar o eliminar por completo las deudas de las administraciones Públicas (en este sentido se ha pronunciado el Tribunal Supremo fijando como límite que se pueda exonerar hasta un 70% de las deudas generadas contra Agencia Tributaria y contra la Seguridad Social, y a la vez ese 30% restante se pueda fraccionar durante el plazo máximo de 5 años) y tampoco las deudas generadas por impago de pensión por alimentos.

Para más información no dude en contactarnos, somos expertos en refinanciación de deudas y reestructuración de deuda.